Letanías al Sagrado Corazón de Jesús
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de infinita majestad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, ten piedad de nosotros. Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, ten piedad de nosotros. Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de la sabiduría, y de la ciencia, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, deseado de los eternos collados, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia, ten piedad de nosotros. Corazón de Jesús, generoso para todos los que te invocan, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, colmado de oprobios, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, víctima por los pecadores, ten piedad de nosotros. Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren, ten piedad de nosotros. Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, óyenos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Jesús, manso y humilde de Corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Oremos: Oh Dios todopoderoso y eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a estos que piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.
|
¿El coronavirus es un castigo divino?
|
|
La pandemia y los grandes horizontes de Fátima
|
|
Mons. Athanasius Schneider: Nos gloriamos en las tribulaciones
|
|
Remedio seguro contra la “coronafobia”
|
|
Cardenal Raymond Leo Burke: Mensaje sobre el combate contra el coronavirus
|
|
Nuestra Señora de la Buena Guardia
|
|
Fiesta de la Purificación de María Santísima
|
|
El galeón sumergido: símbolo de la esperanza
|
|
Loreto, la nueva Nazaret
|
|
El Milagro del Sol
|
|
San Nuno de Santa María
|
|
En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel
|
|
La sagrada Rosa de la Ciudad de los Reyes
|
|
La devoción al Inmaculado Corazón de María
|
|
El Jardín de Picpus
|
|
La gracia de Fátima actuando en Ucrania
|
|
Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada
|
|
La crucifixión y muerte de Jesucristo
|
|
Confianza en María Inmaculada aun cuando todo parezca perdido
|
|
En este siglo de confusión, oh Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros
|
|
Navidad
|
|
Fátima y el comunismo: dos profecías irreconciliables
|
|
150 años de la Comuna de París
|
|
San Juan Masías
|
|
Rosa de Santa María
|
|
Iglesia y Estado: ¿unión o separación?
|
|
Remedio eficaz contra los males contemporáneos
|
|
Las glorias de María
|
|
Santo Toribio de Mogrovejo
|
|
La Sagrada Túnica de Nuestro Divino Redentor
|
|
Santa Bernadette Soubirous
|
|
Corrupción en la sociedad: ¿Existe una solución?
|
|
Fiesta de gloria y de paz
|
|
Intransigencia de los Santos: irreductible fidelidad a su misión
|
|
Cristiandad
|
|
El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo
|
|
La Asunción de María Santísima
|
|
¡Vade retro Satanás!
|
|
El Santísimo Sacramento de la Eucaristía
|
|
La Madonna de Monte Bérico
|
|
Remedio seguro contra la “coronafobia”
|
|
El Hijo de Dios condenado por el más arbitrario de los procesos
|
|
Santa Jacinta de Fátima: Centenario de su fallecimiento (1920-2020)
|
|
La actitud católica frente a la muerte y la concepción materialista
|
|
¿Cómo rezar bien el rosario en honor a la Virgen María?
|
|
Grandezas y glorias de San José
|
|
Presencia diabólica en el mundo de hoy
|
|
Los rostros de la Virgen en el Perú
|
|
La Visita a los Monumentos - Jueves Santo
|
|
Un remedio eficaz contra la amnesia religiosa
|
|
Santidad: la verdadera gloria de Francisco y Jacinta
|
|
Nº 255 / Marzo
de 2023
Oh Virgen de la Guardia
Guarda nuestra fe y la inocencia de los niños
Nuestra Señora de la Buena Guardia,
Basílica de Longpont-sur-Orge, en la región Île-de-France
Solicite aquí la visita de la Virgen Peregrina de Fátima
Santoral31 de marzo
San Guy de Pomposa, Abad +1046 + Italia. Su santidad y sabiduría atrajeron tantas personas a su monasterio, que fue obligado a fundar otro. A pedido suyo, San Pedro Damián dictó a sus monjes clases sobre las Sagradas Escrituras durante dos años.
|