El Perú necesita de Fátima Quiero decirte que hagan aquí una capilla en mi honra, que soy la Señora del Rosario, que continuéis siempre rezando el rosario todos los días.
CampañasTienda VirtualTesoros de la FeDonaciones



«Tesoros de la Fe» Nº 123

Actualidad  [+]  Versión Imprimible
AbcAbcAbc

Costa Concordia,
Titanic del siglo XXI:
¿presagio del fin de una época?



Marcelo Dufaur


El naufragio del crucero Costa Concordia trajo a la memoria en Europa los tristes presagios despertados por la pérdida del Titanic, escribió Ben MacIntyre, del diario “The Times” de Londres.

Para el gran cotidiano de Milán, “Il Corriere della Sera”, el desastre del Costa Concordia simbolizó “el naufragio de una época” envanecida por las supertecnologías, por internet y por la supercomunicación que en la hora decisiva no aventajaron más que al primitivo código Morse, único recurso del que dispuso el Titanic para pedir auxilio.

Sir Osbert Sitwell vio en la tragedia del trasatlántico inglés, ocurrida el 14 de abril de 1912, casi un siglo exacto antes del drama del supercrucero italiano, un “símbolo del sino que venía para la civilización occidental”. Y, de hecho, poco tiempo después, la Primera Guerra Mundial arrasaría el continente europeo, poniendo fin a su rica, refinada e irreflexiva Belle Époque.

Hoy, en el preciso momento en que la Unión Europea se ahoga en deudas, en la incertidumbre política y en la fragilidad económica, el desastre del lujoso crucero inspira presagios no menos invitantes a la reflexión. Este año, en que se va a decidir si el euro se hunde o sale a flote, el Costa Concordia surgió como una alegoría perfecta de la extravagancia financiera y de la artificialidad de la inmensa construcción europea.

Un enorme palacio flotante, aunque de un lujo que los pasajeros del Titanic considerarían de baratijas; de ostentación y gusto discutibles, pero no por ello menos impresionantes para nuestros días; el mayor crucero que en la Unión Europea en su momento se consiguió construir, al faraónico precio de 572 millones de euros, fue a terminar con un forado en el vientre en los arrecifes de una apacible y poética isla toscana.


Los desastres —escribió MacIntyre— marcan de un modo poderoso los puntos de inflexión históricos. Y así como la desaparición del Titanic sonó como un gong para la era victoriana, el fin del Costa Concordia podría marcar simbólicamente el fin de una época tan confiada cuanto insegura.

En 1912, G. K. Chesterton vio en el hundimiento del Titanic el castigo de la modernidad, de una era orgullosa que se auto adoraba en un navío fruto de sus manos y supuestamente imposible de hundir, pero que acabó reducido a nada, por la misma naturaleza que presumía haber dominado para siempre.

Simbólica imagen de la Virgen Estrella del Mar, sumergida en el arrecife donde colisionó el Costa Concordia


El Costa Concordia —pregunta MacIntyre— ¿presagiará un cambio de época comparable, contendrá una advertencia o un eventual castigo a la obsesión por una modernidad que adora las velocidades, las construcciones babilónicas y el lujo globalizado?

Añadimos nosotros: ¿una modernidad que pretende alcanzar el cielo desconociendo la propia moral natural y desafiando las leyes del Creador? Modernidad ésa adoptada por la Unión Europea al punto de transformarse en una de las propulsoras de la Cristofobia contemporánea.

En este sentido, alega poderosamente un hecho silenciado por la gran prensa y sólo referido por el periódico italiano “Libero” del 31 de enero pasado.

Según el párroco de la isla de Giglio, P. Lorenzo Pasquotti, exactamente en las profundidades marítimas donde fue a colisionar el Costa Concordia “se encuentra una imagen de la Virgen Stella Maris, un maravilloso bajorrelieve que todos los años, cada 15 de agosto, es objeto de una romería de buceadores que la homenajean con una corona de laureles”.

El naufragio del Costa Concordia ¿presagiará un cambio de época, contendrá una advertencia o un eventual castigo a la obsesión por una modernidad que adora las velocidades, las construcciones babilónicas y el lujo globalizado?


Ante su Divino Hijo ultrajado por innumerables leyes y resoluciones cristofóbicas de la Unión Europea la Santísima Virgen parece haber dado un formidable aviso de pare. Ella lo hizo como Aquella que es “terrible como un ejército en orden de batalla”, según reza el Oficio de Nuestra Señora.

Pero, Ella es siempre Madre de misericordia. Y ella actuó de manera que el arrecife del impacto final del navío-símbolo impidiera su deslizamiento hacia las profundidades inmediatas devorando vidas en número espantoso.

¡Superior, materno y admirable equilibrio de la misericordia y de la justicia de la Madre de Dios!  



  




Artículos relacionados

V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús (1515-2015)
Coca-Cola: Sabor de un enigma
El final de un mundo
Urge una encíclica que condene la “teoría de género”
Yo, obispo exorcista
Nuestro Señor Jesucristo vela siempre sobre su Iglesia
El reinado social y universal de Cristo
La propina y su importancia social
Una propaganda que explota nostalgias del pasado
Cómo desarrollar una devoción viva a la Santísima Virgen







Informe de sus aportes a la Alianza de Fátima ¿Necesita que alguien rece por usted? Advocaciones marianas en el Perú Suscríbase a nuestro boletín


COVID-19
¿El coronavirus es un castigo divino?
La pandemia y los grandes horizontes de Fátima
Mons. Athanasius Schneider: Nos gloriamos en las tribulaciones
Remedio seguro contra la “coronafobia”
Cardenal Raymond Leo Burke: Mensaje sobre el combate contra el coronavirus



Peregrinando
La Revolución de la Sorbona: París, Mayo de 1968
Después de la Crucifixión, el triunfo de nuestro Redentor
Nuestra Señora de la Buena Guardia
Fiesta de la Purificación de María Santísima
El galeón sumergido: símbolo de la esperanza
Loreto, la nueva Nazaret
El Milagro del Sol
San Nuno de Santa María
En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel
La sagrada Rosa de la Ciudad de los Reyes
La devoción al Inmaculado Corazón de María
El Jardín de Picpus
La gracia de Fátima actuando en Ucrania
Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada
La crucifixión y muerte de Jesucristo
Confianza en María Inmaculada aun cuando todo parezca perdido
En este siglo de confusión, oh Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros
Navidad
Fátima y el comunismo: dos profecías irreconciliables
150 años de la Comuna de París
San Juan Masías
Rosa de Santa María
Iglesia y Estado: ¿unión o separación?
Remedio eficaz contra los males contemporáneos
Las glorias de María
Santo Toribio de Mogrovejo
La Sagrada Túnica de Nuestro Divino Redentor
Santa Bernadette Soubirous
Corrupción en la sociedad: ¿Existe una solución?
Fiesta de gloria y de paz
Intransigencia de los Santos: irreductible fidelidad a su misión
Cristiandad
El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo
La Asunción de María Santísima
¡Vade retro Satanás!
El Santísimo Sacramento de la Eucaristía
La Madonna de Monte Bérico
Remedio seguro contra la “coronafobia”
El Hijo de Dios condenado por el más arbitrario de los procesos
Santa Jacinta de Fátima: Centenario de su fallecimiento (1920-2020)
La actitud católica frente a la muerte y la concepción materialista
¿Cómo rezar bien el rosario en honor a la Virgen María?
Grandezas y glorias de San José
Presencia diabólica en el mundo de hoy
Los rostros de la Virgen en el Perú
La Visita a los Monumentos - Jueves Santo
Un remedio eficaz contra la amnesia religiosa
Santidad: la verdadera gloria de Francisco y Jacinta



 



Tesoros de la Fe


Nº 257 / Mayo de 2023

París, Mayo de 1968
La Revolución de la Sorbona

Barrio Latino de París, en la mañana del 11 de mayo de 1968, después de los violentos disturbios de la víspera



Solicite aquí la visita de la Virgen Peregrina de Fátima




Santoral

31 de mayo

Visitación de Nuestra Señora

+ . Anteriormente Fiesta de Nuestra Señora Reina. En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor...(Lucas 1:39-46) La celebración de la fiesta es iniciativa de San Buenaventura, franciscano, en 1263. El Papa Urbano VI (reinó de 1378-1389), la extendió a toda la Iglesia, pidiendo el fin del cisma que sufría la Iglesia.

Más información aquí.






Ayude a difundir el mensaje de Fátima
Alianza de Fátima | Donaciones | Solicite visita de la Virgen | Tienda Virtual

Campaña promovida por la Asociación Santo Tomás de Aquino
Tomás Ramsey 957, Magdalena del Mar - Lima - Perú
..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... .....