El Perú necesita de Fátima ¿Y tú sufres mucho? No te desanimes. Yo nunca te dejaré. Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios.
CampañasTienda VirtualTesoros de la FeDonaciones



«Tesoros de la Fe» Nº 135 > Tema “Cuaresma y Semana Santa”

Especiales  [+]  Versión Imprimible
AbcAbcAbc

Cristo murió y resucitó


Plinio Corrêa de Oliveira



La Santa Iglesia se sirve de las alegrías vibrantes y castísimas de la Pascua para hacer brillar ante nuestros ojos —hasta en las tristezas de la situación contemporánea— la certeza triunfal de que Dios es el supremo Señor de todas las cosas; de que Cristo es el Rey de la gloria, que venció a la muerte y aplastó al demonio; de que su Iglesia es reina de inmensa majestad, capaz de elevarse de todos los escombros, disipar todas las tinieblas y brillar con el más deslumbrante triunfo, en el momento preciso en que parecía que la aguardaba la más terrible, la más irremediable de las derrotas.

Cuando Nuestro Señor Jesucristo murió, los judíos sellaron su sepultura, la guarnecieron con soldados, juzgaron que todo había terminado. En su impiedad, negaban que Nuestro Señor fuese Hijo de Dios, que fuese capaz de destruir la prisión sepulcral en que yacía, y que sobre todo fuese capaz de pasar de la muerte a la vida. Pues bien, todo esto se dio. Nuestro Señor resucitó sin el menor auxilio humano, y bajo su imperio la pesada piedra de la sepultura se desplazó como una nube. Y Él resurgió.

*     *     *

Así también la Iglesia inmortal puede ser aparentemente abandonada, injuriada, perseguida. Puede yacer, derrotada en apariencia, bajo el peso sepulcral de las más pesadas pruebas. Ella tiene en sí misma una fuerza interior y sobrenatural, que le viene de Dios, y que le asegura una victoria tanto más espléndida cuanto más inesperada y completa.

Ésta es la gran lección, el gran consuelo para los hombres rectos que aman por encima de todo a la Iglesia de Dios: Cristo murió y resucitó.

La Iglesia inmortal resurge de sus pruebas, gloriosa como Cristo, en la radiante aurora de su Resurrección. 



  




Artículos relacionados

Voz que atemoriza y consuela
El significado profundo de la Semana Santa
Amar la Cruz
La tristeza santa del Divino Crucificado
La Pasión de Nuestro Señor Jesucristo
Una invitación al amor a la Santa Cruz de Nuestro Señor Jesucristo
La Sagrada Túnica venerada en Alemania
La Visita a los Monumentos - Jueves Santo
El encuentro de Jesús con su Santa Madre
La Pasión de Cristo en nuestros días







Informe de sus aportes a la Alianza de Fátima ¿Necesita que alguien rece por usted? Advocaciones marianas en el Perú Suscríbase a nuestro boletín


COVID-19
¿El coronavirus es un castigo divino?
La pandemia y los grandes horizontes de Fátima
Mons. Athanasius Schneider: Nos gloriamos en las tribulaciones
Remedio seguro contra la “coronafobia”
Cardenal Raymond Leo Burke: Mensaje sobre el combate contra el coronavirus



Peregrinando
Nuestra Señora de la Buena Guardia
Fiesta de la Purificación de María Santísima
El galeón sumergido: símbolo de la esperanza
Loreto, la nueva Nazaret
El Milagro del Sol
San Nuno de Santa María
En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel
La sagrada Rosa de la Ciudad de los Reyes
La devoción al Inmaculado Corazón de María
El Jardín de Picpus
La gracia de Fátima actuando en Ucrania
Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada
La crucifixión y muerte de Jesucristo
Confianza en María Inmaculada aun cuando todo parezca perdido
En este siglo de confusión, oh Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros
Navidad
Fátima y el comunismo: dos profecías irreconciliables
150 años de la Comuna de París
San Juan Masías
Rosa de Santa María
Iglesia y Estado: ¿unión o separación?
Remedio eficaz contra los males contemporáneos
Las glorias de María
Santo Toribio de Mogrovejo
La Sagrada Túnica de Nuestro Divino Redentor
Santa Bernadette Soubirous
Corrupción en la sociedad: ¿Existe una solución?
Fiesta de gloria y de paz
Intransigencia de los Santos: irreductible fidelidad a su misión
Cristiandad
El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo
La Asunción de María Santísima
¡Vade retro Satanás!
El Santísimo Sacramento de la Eucaristía
La Madonna de Monte Bérico
Remedio seguro contra la “coronafobia”
El Hijo de Dios condenado por el más arbitrario de los procesos
Santa Jacinta de Fátima: Centenario de su fallecimiento (1920-2020)
La actitud católica frente a la muerte y la concepción materialista
¿Cómo rezar bien el rosario en honor a la Virgen María?
Grandezas y glorias de San José
Presencia diabólica en el mundo de hoy
Los rostros de la Virgen en el Perú
La Visita a los Monumentos - Jueves Santo
Un remedio eficaz contra la amnesia religiosa
Santidad: la verdadera gloria de Francisco y Jacinta



 



Tesoros de la Fe


Nº 255 / Marzo de 2023

Oh Virgen de la Guardia
Guarda nuestra fe y la inocencia de los niños

Nuestra Señora de la Buena Guardia, Basílica de Longpont-sur-Orge, en la región Île-de-France



Solicite aquí la visita de la Virgen Peregrina de Fátima




Santoral

31 de marzo

San Guy de Pomposa, Abad

+1046 + Italia. Su santidad y sabiduría atrajeron tantas personas a su monasterio, que fue obligado a fundar otro. A pedido suyo, San Pedro Damián dictó a sus monjes clases sobre las Sagradas Escrituras durante dos años.








Ayude a difundir el mensaje de Fátima
Alianza de Fátima | Donaciones | Solicite visita de la Virgen | Tienda Virtual

Campaña promovida por la Asociación Santo Tomás de Aquino
Tomás Ramsey 957, Magdalena del Mar - Lima - Perú
..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... .....