El Perú necesita de Fátima La verdadera penitencia que Nuestro Señor ahora quiere y exige, consiste, sobre todo, en el sacrificio que cada uno tiene que imponerse para cumplir con sus propios deberes.
CampañasTienda VirtualTesoros de la FeDonaciones



«Tesoros de la Fe» Nº 230

La Palabra del Sacerdote  [+]  Versión Imprimible
AbcAbcAbc

¿Condena la Iglesia Católica los horóscopos y las prácticas supersticiosas?

PREGUNTA

En una rueda social, la conversación recayó sobre horóscopos, cartas del tarot y cosas por el estilo. Una de mis amigas reconoció que le gusta consultar el horóscopo a diario, y un amigo dijo que suele recurrir a adivinos para que le orienten en sus decisiones más importantes y hasta para satisfacer ciertas curiosidades.

Recuerdo haber oído, cuando era joven, que la Iglesia condena esas cosas. ¿Todavía lo desaprueba? ¿O hubo alguna atenuación en su enseñanza?

RESPUESTA

Padre David Francisquini

La pregunta de mi interlocutor es muy pertinente, porque cuando la fe entre los fieles declina, las supersticiones en la sociedad aumentan automáticamente. El santo Cura de Ars solía decir: “¡Dejen una iglesia sin sacerdote durante veinte años y los feligreses adorarán a las vacas!”.

Esto se debe a varios factores. Por un lado, todos tenemos dudas, interrogantes, inseguridades; y por otro lado, somos curiosos y nos gustaría saber de antemano qué pasará con nosotros y en nuestro entorno. Resultado: cuando la gente pierde la fe, va a buscar las certezas en la superstición.

Algunas personas imaginan que, leyendo el horóscopo, acertarán el número de la lotería o de las apuestas. Esto es grave, no solo del punto de vista religioso, sino también del de la salud comportamental. Los estudios han demostrado que las personas cuyo “horóscopo del día” es negativo tienden a comportarse de modo compulsivo e irresponsable.

Supersticiones que afrentan a la sabiduría

La respuesta a la pregunta del consultante es muy simple, y se encuentra en el Catecismo de la Iglesia Católica (nº 2116):

“Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone ‘desvelan’ el porvenir (cf. Dt 18, 10; Jr 29, 8). La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a ‘mediums’ encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios”.

El santo Cura de Ars solía decir: “¡Dejen una iglesia sin sacerdote durante veinte años y los feligreses adorarán a las vacas!”

Este rechazo absoluto de la adivinación proviene del Antiguo Testamento, ya que el mundo pagano estaba dominado por las creencias en la astrología. Los romanos, por ejemplo, creían que las estrellas eran divinidades, o al menos eran controladas por divinidades. Apolo era el dios del Sol, su hermana Diana era la diosa de la Luna y los planetas Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno también eran divinidades.

Lo mismo sucedía con los semitas que rodeaban a Israel, por lo que la Biblia contenía repetidos mandatos contra la adoración de las estrellas (Dt 4, 19; 17, 3; 2 Re 17, 17; Jr 8, 2; Sof 1, 5).

En los primeros días de la Iglesia, los astrólogos continuaron enseñando que todas las cosas estaban sujetas al “destino”, que gobernaba a los hombres, y que la buena o mala suerte podía conocerse de antemano leyendo las estrellas.

Los Padres de la Iglesia y los primeros cristianos se opusieron a la astrología desde el principio y le atribuyeron con vehemencia un origen demoníaco. Ya en el año 120 de nuestra era, el matemático Aquila Ponticus habría sido excomulgado por negarse a abandonar la práctica de la astrología.

La astrología y la posición de san Agustín

La refutación más simple y convincente de la supuesta influencia de las constelaciones en la vida de las personas, la ofrece san Agustín en sus famosas Confesiones. Cuenta que cuando aún creía en la influencia de las estrellas, un amigo suyo llamado Fermín fue a consultarle sobre un negocio. En medio de la conversación, le dijo que su padre y un amigo eran muy versados en astrología, y que anotaban hasta la hora del nacimiento de los animales domésticos, para perfeccionar su ciencia.

Cuando la madre de Fermín quedó embarazada de él, el amigo del padre notó que una esclava suya también esperaba un hijo. Entonces acordaron que, en el momento del parto, cada uno debía estar al lado de una de las parturientas y avisaría al otro del respectivo nacimiento por medio de un mensajero. Sucedió que los mensajeros se encontraron a mitad de camino, de donde dedujeron que Fermín y el hijo de la esclava habían nacido exactamente a la misma hora, por lo que sus destinos debían estar influenciados por el mismo signo zodiacal.

Narra san Agustín: “El resultado fue que Fermín, al nacer dentro de una familia de la nobleza local, comenzó a transitar por caminos de rosas, crecía en riquezas y escalaba honores, mientras que aquel esclavo, que no consiguió sacudir el yugo de su condición, continuaba sujeto al servicio de sus amos. Así lo contaba Fermín, que conocía a fondo el caso. Después de escuchar este relato y de darle crédito, por la persona que me lo contaba, se desmoronó toda mi intransigencia [en abandonar la astrología] y mi obstinada actitud”.

Es contrario a la sabiduría consultar horóscopos y pensar que la alineación de los astros pueda tener alguna influencia en el curso de la vida personal

En cuanto al negocio que le había traído a Fermín hasta él, san Agustín le dijo entonces que, si el esclavo viniera a consultarle sobre la influencia de las constelaciones en un negocio suyo, resultaría que, si les dijera las mismas cosas a los dos, que tuvieron destinos tan diferentes, diría mentiras. Por lo cual dedujo que la astrología, cuando acierta y dice cosas verdaderas, “no son verdaderas o acertadas en base a una técnica, sino por azar. Y las predicciones falsas no se deben a una incompetencia personal o a fallos técnicos, sino a una mala jugada de la casualidad”.

Prosigue el santo obispo de Hipona en sus memorias: “Para profundizar en el tema, me puse a estudiar el caso de los mellizos”. Así llegó a la conclusión de que un astrólogo, “partiendo del estudio de idénticos gráficos [astrales], debería decir lo mismo de Esaú y de Jacob, pero vemos que la suerte de estos dos personajes fue muy distinta. Luego los pronósticos serían falsos”.

Fue así como san Agustín dejó de creer en la astrología y comenzó a creer en la Providencia divina y a adorar sus designios: “Eres Tú, Señor, regulador justísimo del universo, el que actúas, sin que tengan conciencia de ello ni consultores ni consultados, con una inspiración misteriosa” (Confesiones, VII, VI, 8-10).

De donde es contrario a la sabiduría consultar horóscopos y pensar que la alineación de los astros pueda tener alguna influencia en el curso de la vida personal.

Las prácticas supersticiosas son condenables

¿Qué decir de los que consultan adivinos o practican el espiritismo para conocer el futuro? Siendo obispo de la diócesis de Stockton, al norte de California, Mons. Donald W. Montrose publicó en 1991 una sustanciosa carta pastoral titulada The occult has demonic influence (El ocultismo y su influencia demoníaca). Dice en su introducción: “por ocultismo entendemos una influencia suprahumana o sobrenatural que no proviene de Dios”. Y denomina “conocimiento prohibido” a aquel “que es obtenido fuera de la influencia divina o por el camino normal en que los humanos tenemos conocimientos”, con la ayuda de la adivinación o de los espíritus.

Que no falte en su hogar un Crucifijo y cuadros o imágenes del Sagrado Corazón de Jesús y de la Santísima Virgen María

El prelado explica que “el espiritismo envuelve la comunicación con los muertos o con el mundo de los espíritus, por algún medio psíquico u oculto”, estando “envueltos algunas veces en curaciones, brujerías, adivinación y hasta en la bendición de los hogares”. Y agrega: “No importa que haya imágenes, agua bendita, crucifijos, oraciones a Jesús, a María y a los santos, si hay cualquier práctica supersticiosa, es malo. … Algunas veces el curandero receta alguna pócima especial y también prescribe oraciones ‘católicas’ que deben rezarse. Ninguna de estas ‘oraciones’ debe decirse en estas circunstancias, porque fueron preparadas bajo la influencia del mal”.

Según Mons. Montrose, “Si han estado envueltos en brujería, deben renunciar al demonio, renunciar a la brujería que hayan practicado y a toda brujería, pedir perdón a Dios y confesar su pecado a un sacerdote”. Su recomendación va más allá: “Desháganse de todo cuanto hay en su hogar que haya tenido alguna relación con brujería, espiritismo o haya sido usado por algún curandero, un médium, en alguna religión oriental, alguna secta, o que haya sido usado para alguna superstición. Destrúyanlo o asegúrense de que sea destruido”.

Concluyo estas consideraciones con otra recomendación pastoral del mismo obispo, empeñado en la salvación de las almas: “Aunque ustedes no sean sacerdotes, como católicos bautizados tienen un poder que no conocen … podemos pedir a Dios que proteja y bendiga nuestros hogares … La consagración del hogar y la familia al Sagrado Corazón de Jesús es otra bella costumbre católica. Necesitamos tener en nuestros hogares un Crucifijo y cuadros del Sagrado Corazón y de la Santísima Virgen … Jesús, mediante su pasión, muerte y resurrección, ha destruido el poder del Maligno”.



  




Artículos relacionados

Deterioro moral del mundo moderno
El amor en el matrimonio deformado por el romanticismo
La Santa Misa
¿Se debe dar crédito a toda y cualquier aparición de Nuestra Señora?
¿Por qué Dios permite las enfermedades?
¿La definición de “Madre de Dios” va más allá de la letra del dogma?
¿Qué enseña la Iglesia sobre la homosexualidad?
Posesión y uso de armas nucleares, ¿qué dice la moral católica al respecto?
¿Puede un obispo o sacerdote prohibir la comunión en la boca?
¿Cuál es la esencia de la Santa Misa?







Informe de sus aportes a la Alianza de Fátima ¿Necesita que alguien rece por usted? Advocaciones marianas en el Perú Suscríbase a nuestro boletín


COVID-19
¿El coronavirus es un castigo divino?
La pandemia y los grandes horizontes de Fátima
Mons. Athanasius Schneider: Nos gloriamos en las tribulaciones
Remedio seguro contra la “coronafobia”
Cardenal Raymond Leo Burke: Mensaje sobre el combate contra el coronavirus



Peregrinando
La Revolución de la Sorbona: París, Mayo de 1968
Después de la Crucifixión, el triunfo de nuestro Redentor
Nuestra Señora de la Buena Guardia
Fiesta de la Purificación de María Santísima
El galeón sumergido: símbolo de la esperanza
Loreto, la nueva Nazaret
El Milagro del Sol
San Nuno de Santa María
En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel
La sagrada Rosa de la Ciudad de los Reyes
La devoción al Inmaculado Corazón de María
El Jardín de Picpus
La gracia de Fátima actuando en Ucrania
Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada
La crucifixión y muerte de Jesucristo
Confianza en María Inmaculada aun cuando todo parezca perdido
En este siglo de confusión, oh Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros
Navidad
Fátima y el comunismo: dos profecías irreconciliables
150 años de la Comuna de París
San Juan Masías
Rosa de Santa María
Iglesia y Estado: ¿unión o separación?
Remedio eficaz contra los males contemporáneos
Las glorias de María
Santo Toribio de Mogrovejo
La Sagrada Túnica de Nuestro Divino Redentor
Santa Bernadette Soubirous
Corrupción en la sociedad: ¿Existe una solución?
Fiesta de gloria y de paz
Intransigencia de los Santos: irreductible fidelidad a su misión
Cristiandad
El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo
La Asunción de María Santísima
¡Vade retro Satanás!
El Santísimo Sacramento de la Eucaristía
La Madonna de Monte Bérico
Remedio seguro contra la “coronafobia”
El Hijo de Dios condenado por el más arbitrario de los procesos
Santa Jacinta de Fátima: Centenario de su fallecimiento (1920-2020)
La actitud católica frente a la muerte y la concepción materialista
¿Cómo rezar bien el rosario en honor a la Virgen María?
Grandezas y glorias de San José
Presencia diabólica en el mundo de hoy
Los rostros de la Virgen en el Perú
La Visita a los Monumentos - Jueves Santo
Un remedio eficaz contra la amnesia religiosa
Santidad: la verdadera gloria de Francisco y Jacinta



 



Tesoros de la Fe


Nº 257 / Mayo de 2023

París, Mayo de 1968
La Revolución de la Sorbona

Barrio Latino de París, en la mañana del 11 de mayo de 1968, después de los violentos disturbios de la víspera



Solicite aquí la visita de la Virgen Peregrina de Fátima




Santoral

9 de junio

San Efrén, Confesor y Doctor de la Iglesia.

+373, d.C. Edesa (Alta Mesopotamia). Simple diácono, fue gran devoto de Nuestra Señora y un campeón contra las herejías. Sus himnos y escritos apologéticos le valieron los calificativos de Cítara del Espíritu Santo y Cantor de la Virgen.



Inmaculado Corazón de María

+ . En el secreto de la aparición en Fátima, del 13 de julio de 1917, Nuestra Señora había dicho: — Vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados.

Más información aquí.






Ayude a difundir el mensaje de Fátima
Alianza de Fátima | Donaciones | Solicite visita de la Virgen | Tienda Virtual

Campaña promovida por la Asociación Santo Tomás de Aquino
Tomás Ramsey 957, Magdalena del Mar - Lima - Perú
..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... .....