Ved, hermanos, cómo, en beneficio de la salud temporal, se suplica al médico; cómo, si alguien enferma hasta perder la esperanza de continuar en vida… ¿acaso se avergüenza, acaso siente reparos en arrojarse a los pies de un médico muy cualificado y lavar con lágrimas sus huellas? Y si el médico le dice: “A no ser que te ate, te queme, te saje, no podrás curar”, ¿qué responderá? “Haz lo que quieras, con tal que me cures”. ¡Con qué ardor desea una salud efímera, de unos pocos días! Por ella acepta ser atado, sajado, cauterizado, custodiado para que no coma lo que le agrada, no beba lo que le apetece, ni siquiera cuando le apetece. Lo sufre todo para morir más tarde, ¡y no quiere sufrir un poco para nunca morir! Si te dijera Dios, que es el médico celeste por encima de nosotros: “¿Quieres sanar?”, ¿qué le dirías tú sino: “Quiero”? Quizá no lo dices porque te crees sano, siendo esta tu peor enfermedad. Imagínate ahora dos enfermos: uno que, con lágrimas, suplica a un médico y otro que, en su enfermedad, perdida la mente, se mofa de él. El médico, a la vez que da esperanza a quien llora, llora por el que se mofa de él. ¿Por qué? Porque su enfermedad es tanto más peligrosa cuanto que se considera sano.
San Agustín de Hipona, Sermón 80, El poder de la oración (Mt 17, 18-20), in https://www.augustinus.it/spagnolo/discorsi.htm.
|
Conmemoración de los Fieles Difuntos(2 de Noviembre) ¡Por la misericordia de Dios, descansen en paz! |
Risas intempestivas de los padres y una moraleja Un destacado escritor francés refiere la siguiente anécdota de un colega: “A la edad de cinco años cometió cierta travesura. Su madre, que estaba pintando, le hizo marchar de su taller, como penitencia, y cerró tras sí la puerta. Detrás de esta empezó el niño a pedir perdón y a prometer que no lo volvería a hacer, empleando los tonos más serios y sinceros... | |
La pompa barroca de Lima Lima, la metrópoli donde residió la Corte de los Virreyes durante casi tres siglos, desarrolló un estilo propio... | |
El árbol de Navidad Surge entonces la primera pregunta: ¿cuál es el origen de la costumbre de colocar árboles de Navidad?... | |
Peor que 35 siglos en el desierto La admiración por los grandes edificios es una de las manías de nuestro siglo. Son numerosos los países en que se van multiplicando así los centros de proporciones babilónicas, cuya masa impresionante da la ilusión de una casi inimaginable yuxtaposición de palacios ciclópeos... | |
Misión diplomática en Londres En la historia moderna, la Inglaterra protestante no ha salido bien parada. Todo lo contrario. Desde las sangrientas persecuciones contra los católicos en tiempos de Isabel I y Oliver Cromwell hasta la guerra global... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino