Plinio Corrêa de Oliveira
Lady Diana Cooper descansa junto a una estatua en los jardines del castillo de Chantilly, histórica mansión de los Príncipes de Condé. Esta fotografía fue tomada en 1945, cuando Lord Cooper, su marido, ejercía las funciones de embajador británico en París. Lady Cooper, generalmente admirada en la capital francesa por su inteligencia y finura, mantenía en los salones de la embajada británica un ambiente de elevado gusto y distinción, siendo una de las figuras centrales de la vida social parisiense de entonces. Ella encarna, pues, una aristócrata según el gusto y el estilo del siglo XX, o sea lo que el lenguaje corriente llama una ‘granfina’. La estatua, por el contrario, representa a un aristócrata según el estilo y el gusto del siglo XVIII. El contraste es flagrante y expresa mucho más que una simple diferencia de concepciones estéticas. Manifiesta dos modos de ser enteramente diferentes, y muy representativos de las concepciones y del género de vida de las élites sociales europeas en dos épocas diferentes. En el gentilhombre del siglo XVIII la expresión de la fisonomía, el porte, el gesto, el traje expresan la idea de que la existencia de élites sociales no solo es justa sino deseable, y que la superioridad de cultura, de modales y de gusto de sus miembros deben naturalmente manifestarse con un máximo de precisión, realce y refinamiento. Por el contrario, la aristócrata del siglo XX está camuflada. Su traje es, por donde se lo vea, el de una trabajadora manual. La posición es elegante, y expresa como que involuntariamente una distinción que ya no se atreve a afirmarse plenamente a la luz del día; una distinción que, por así decirlo, le pide disculpas al transeúnte común por existir: disculpas tan humildes que, para que la distinción no choque demasiado, se vela en los trajes de una campesina. ¿No es precisamente ese, por otro lado, el sentido de la creciente proletarización de los modales, del ambiente de vida y de los trajes de las élites granfinas en todo Occidente? * Granfina es un término usado en Brasil para señalar a una persona del jet-set, ambiente en general refractario a la idea de aristocracia auténtica y abierto a la extravagancia y el mal gusto exhibicionista de poder económico, donde frecuentemente se encuentran hombres y mujeres ricos pero sin distinción, favorecidos por los mass media, que desprecian a los verdaderos aristócratas, más aún cuando son católicos.
|
Las peregrinaciones Símbolo del camino de la Tierra al Cielo |
El Dulce Nombre de María y el deber de velar por la gloria de Dios “ahora y siempre” 12 de setiembre: fiesta del Dulce Nombre de María. En aquella fecha, del año 1683, habiendo el rey Juan Sobieski al mando del ejército polaco vencido a los mahometanos que asediaban la ciudad de Viena y amenazaban a toda la Cristiandad, el bienaventurado Papa Inocencio XI extendió esta festividad a toda la Iglesia, como agradecimiento por la intercesión de la Madre de Dios... | |
Oración al Señor Crucificado ¿Qué tengo yo, Señor Jesús, que tú no me hayas dado?... | |
La indiferencia religiosa Entendemos por indiferentes a los que no se ocupan de religión alguna... | |
San Ambrosio Oriundo de una antigua familia romana que había dado mártires a la Iglesia y altos oficiales al Estado, Ambrosio era el tercer hijo del virtuoso prefecto de las Galias, quien llevaba el mismo nombre del santo... | |
Jesús en el Sepulcro La ley de los judíos prohibía que el sábado se dejaran en la cruz los cuerpos muertos; por esto, se dirigieron a Pilatos para pedirle que hiciera quebrar las piernas a los que habían sido crucificados, con el objeto de que murieran más pronto y fueran sepultados... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino