Ambientes Costumbres Civilizaciones La Gran Cartuja

Inmenso turíbulo del cual suben continuamente
al cielo los sacrificios de la oración y de la penitencia

Plinio Corrêa de Oliveira

Llama la atención en este panorama el aspecto soberbio de la nieve. Ella cubre el edificio tan ampliamente que explica la razón de ser de los tejados y de las torres en punta.

No es propiamente un edificio, es casi una pequeña ciudad, con la plaza central, una serie de construcciones y la iglesia, que sobresale.

Las montañas hacen parte de un macizo inapropiado para la construcción de ciudades. Así, la vastedad completamente yerma, marca el espíritu de la institución allí establecida.

¿Qué institución es esa? ¿Por qué ese aislamiento? ¿Qué significa la vida de un hombre en ese lugar?

— Es, como se dice en castellano, la Cartuja; incomparablemente menos bonito que en francés: Chartreuse. Es un nombre que canta. La ilustración es de la Grande Chartreuse en Francia, porque existen muchas cartujas, siendo esta la mayor de todas.

¿Qué es la Orden de los cartujos o de los chartreux? Ella fue fundada por San Bruno en la Edad Media. Tiene por objeto separar de la convivencia humana a algunos hombres que recibieron de Dios esta altísima vocación: estar constantemente pensando en asuntos relacionados con la doctrina católica, con el espíritu de la Iglesia, con la teología, con la filosofía, con los documentos del magisterio eclesiástico.

Así, los cartujos reservan gran parte de su tiempo a la oración: oficios rezados de día y de noche en la capilla del monasterio; ayuno riguroso; trabajos manuales; lecturas y penitencias. Ellos viven completamente aislados.

¿Cuál es la razón de ello?

Es un propósito muy bello: en atención al hecho de que todos nosotros pertenecemos al Cuerpo Místico de Nuestro Señor Jesucristo —la Iglesia Católica Apostólica Romana— existe una reversión entre los hombres, mediante la cual los méritos y sacrificios de unos pueden transformarse en méritos y perdón para otros. De ese modo, los cartujos ofrecen sus méritos por las almas a respecto de las cuales la Santísima Virgen tiene planes especiales, para su gloria y la expansión de la Santa Iglesia.

Así, comprendemos la verdadera belleza de este escenario, con hombres perpetuamente silenciosos, puestos en la oración y en el sacrificio, pensando en las cosas de Dios y ofreciendo eso por almas que ellos ignoran. Imaginemos el rigor del inverno, el rugir de los vientos y de las tempestades en aquellas montañas.

La Chartreuse puede ser comparada a un inmenso turíbulo del cual suben continuamente al cielo los sacrificios de la oración y de la penitencia. Se comprende entonces que haya cualquier cosa de tranquilo, de sereno, de crucificado y varonil en este género de vida, ¡que realmente infunde enorme veneración y respeto sin fin! 

El capítulo 12 del libro del Apocalipsis Palabras del Director Nº 162 - Junio 2015 - Año XIV
Palabras del Director Nº 162 - Junio 2015 - Año XIV
El capítulo 12 del libro del Apocalipsis



Tesoros de la Fe N°162 junio 2015


Paray-le-Monial Aquí se apareció el Sagrado Corazón de Jesús
Nº 162 - Junio 2015 - Año XIV Oración al Espíritu Santo Diez modos de honrar a nuestros padres El Reinado Social del Corazón de Jesús La Virgen de los Pobres Nuestra Señora de Banneux Vida pública de Jesús San Ladislao El capítulo 12 del libro del Apocalipsis La Gran Cartuja



 Artículos relacionados
San José, Patrono de la Iglesia Esta fue la mejor estampa de San José que conocí en mi vida. Se trata claramente de una pintura ejecutada por alguien que interpretó bien el papel de San José, y que lo supo expresar en una obra artística de buena calidad...

Leer artículo

Los Reyes Magos y algunos pastores Grandes y pequeños junto a la cuna del Niño Jesús. Quiso la Providencia que el Niño Jesús recibiera la visita de tres sabios —que según una venerable tradición eran también reyes— y algunos pastores. Precisamente los dos extremos de la escala humana de valores. Porque...

Leer artículo

Casas para el alma, y no sólo para el cuerpo Se diría que el talento y el lujo lucen en esta penumbra de simplicidad, como la luz brilla con mil diversas tonalidades en la meditativa y recogida oscuridad de la sala. Es la belleza específica de un ambiente pequeño burgués…...

Leer artículo

«Dios no se encuentra en la agitación» Para los que saben cuál es el placer del recogimiento, está establecido un presupuesto precioso para la santificación. San Bernardo decía: “¡Oh beata soledad, oh sola beatitud!”. Pero para los que viven en el bullicio perpetuo, los que no saben ni quieren vivir fuera de él, cuántos ruidos sofocan la voz de la gracia…...

Leer artículo

Las parábolas de los Evangelios Jesús transforma cosas banales en rayos de sol. Por momentos, hay en el espíritu humano cierta atracción por cosas banales. Esto debido a que la realidad creada por Dios es tan excelente, que nuestros ojos no se interesarían por ciertas cosas comunes si no fuera por...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino