“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Vidas de Santos
San Juan Masías
Nació Juan en Rivera del Fresno (Badajoz), en la agreste Extremadura, el 2 de marzo de 1585, de padres de noble estirpe, aunque decaídos en la fortuna.
La Santísima Virgen de Cocharcas
«Cocharcas» significa en quechua «pantano» o «lugar cenagoso». En la noche oscura del paganismo, en medio de un lodazal, surgió el lirio de la devoción a la purísima Virgen de la Candelaria. Encandiló al indio y lo condujo a la práctica de la religión verdadera.
San Miguel Arcángel: Poderoso escudo contra la acción diabólica
El profeta Daniel lo denomina “Miguel, el gran príncipe, el defensor de los hijos de tu pueblo”, es decir, los hijos de la Iglesia, heredera en el Nuevo Testamento del pueblo de Israel. Por eso, tanto la Santa Iglesia como la mayoría de las naciones cristianas lo han hecho su patrono.
La Redención y nuestros pecados
La doctrina católica explica con sabiduría esa delicada cuestión, que envuelve de un lado la gratuidad de la gracia, y de otro lado, la libre colaboración del hombre. Unos lo aceptan, y esa aceptación ya es fruto de la gracia; otros, sin embargo, lo rechazan, ¡y ese rechazo es exclusivamente por culpa del hombre!
+ . Anteriormente Fiesta de Nuestra Señora Reina.
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor...(Lucas 1:39-46)
La celebración de la fiesta es iniciativa de San Buenaventura, franciscano, en 1263. El Papa Urbano VI (reinó de 1378-1389), la extendió a toda la Iglesia, pidiendo el fin del cisma que sufría la Iglesia.