“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Palabras del Director
Nº 159 - Marzo 2015 - Año XIV
En abril de 1985, me encontraba en Cusco acompañando a la Imagen Peregrina Internacional de Fátima, cuando me llegó una tarjetita, que hasta ahora conservo, de la Priora del Monasterio de Santa Teresa invitándonos del modo más encantador a visitarles.
ESTAMOS ACOSTUMBRADOS a llamar "limosna" a dar unos cuantos centavos a un pordiosero sentado a la puerta de una iglesia, pero ese no es el sentido original. Limosna es cualquier ayuda que damos a una persona que tiene cualquier tipo de necesidad, por amor a Dios.
RESUMAMOS EN DOS PALABRAS nuestro artículo anterior. La exageración es un defecto que puede corromper cualquier virtud. El amor a la patria, por ejemplo, es una cualidad, pero la estatolatría es un defecto. La justicia también es una cualidad, pero su exageración puede transformarla en dureza y hasta en crueldad. La intransigencia es una virtud, pero si es llevada al exceso puede llegar al sectarismo. Y así en adelante.
CUENTA LA TRADICIÓN, que subiendo un cierto día por las escaleras del Monasterio de La Encarnación en Ávila, Santa Teresa de Jesús tropezó con un hermoso Niño. Sorprendida al ver a un pequeño dentro de la clausura del convento, le preguntó:
SE PUEDE AFIRMAR que no existe odio mayor que aquel que se levanta contra la verdad religiosa. Tenemos un ejemplo de ello en el refinamiento de crueldad con que fueron tratados los primeros cristianos. Y también en el sufrimiento de los católicos durante la seudo Reforma Inglesa de los siglos XVI y XVII.
Soy evangélica, tengo 18 años y nací en una familia evangélica. Mi enamorado tiene 18 años, es católico practicante y no quiere cambiar de religión. Yo tampoco quiero que lo haga, pues eso no interfiere nuestra relación. Sin embargo pensamos casarnos en un futuro. Él va a la iglesia católica los domingos, es líder del grupo del rosario de los varones, y no quiere quedarse sin comulgar.
En esta foto del ícono de Nuestra Señora de Vladimir –de auténtico estilo bizantino– la Virgen Santísima Santísima se presenta en una actitud de alma plenamente vuelta hacia lo interior, en queElla toma consciencia profunda del estado de espíritu de sumo afecto, suma protección y, al mismo tiempo, de tristeza; pero de tristeza en un estado de deleite de ser Ella misma.
+ . Anteriormente Fiesta de Nuestra Señora Reina.
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor...(Lucas 1:39-46)
La celebración de la fiesta es iniciativa de San Buenaventura, franciscano, en 1263. El Papa Urbano VI (reinó de 1378-1389), la extendió a toda la Iglesia, pidiendo el fin del cisma que sufría la Iglesia.