La verdadera penitencia que Nuestro Señor ahora quiere y exige, consiste, sobre todo, en el sacrificio que cada uno tiene que imponerse para cumplir con sus propios deberes.
“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Si el mundo católico no reacciona,
nos aguardan días
difíciles. Incontables fieles
son perseguidos por el “crimen” de
perseverar y defender la moral según
la doctrina del Magisterio de la
Iglesia Católica.
Felices los que sufren persecuciones por amor a la justicia.
Esta bienaventuranza, la última
en su categoría es la primera en la estima, y la considero como la suprema felicidad de la vida presente.
En el año 1910 en su propiedad ubicada en los alrededores de la pequeña Cluny (Saone-et-Loire,Francia), Guillermo el Piadoso, duque de Aquitania, acompañado por San Bernón de Baume fundaba una abadía que tendría un preponderante papel en la reforma religiosa de su tiempo.
La escena que Tesoros
de la Fe presentó en su portada del mes de diciembre no
es propiamente de la gruta o
establo de Belén, sino de la
Adoración de los Reyes Magos, que se produjo algún
tiempo después, en una casa
en la misma ciudad, donde la Sagrada Familia se había
trasladado, conforme se lee
en el Evangelio de San Mateo (cf. 2, 11).
El comentario que acompaña a esta fotografía, ¿tendrá muchos o pocos lectores?
Es lo que nos preguntamos, al entregar a la apreciación de ellos el cuadro del pintor alemán Wilhelm Leibl, expuesto actualmente en el Museo Oskar Reinhart, Winterthur, Suiza.
+1612 + Nápoles - Italia. Recibió en el bautismo el nombre de Eufrasio. Antes de los 17 años tomó el hábito de capuchino, cambiando su nombre por el de José. En 1687 fue nombrado, a su pedido, misionero en Constantinopla, a fin de conceder alivio e instrucción a los cristianos que se encontraban esclavizados por los mahometanos. Habiendo sido acusado de asesinato, fue torturado y milagrosamente salvado por un ángel, que le ordenó volver a Italia.
P. Fr. Bartolomé de Vadillo OSA
+(1590-1659) Perú. Religioso agustino, natural de Salta. Su mayor gloria es la de haber fundado el Hospital de San Bartolomé (Lima, 1651), que atendía exclusivamente a “negros abandonados y pobres”, sean estos esclavos o libres. “Su retrato se conservó muchos años en dicho hospital, con este cuarteto escrito por un negro agradecido: «Feliz Vadillo que franco / supo con forma especial, / darle al negro aquí hospital / siendo de piedad él blanco»”.