El Perú necesita de Fátima Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar. Él quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien la abrace le prometo la salvación.
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Un testimonio

El 18 de enero de 1997, tuve un terrible accidente automovilístico del cual fui víctima.

Viajaba con un amigo a la playa, el día estaba lluvioso y lleno de obstáculos y premoniciones antes de partir; pero partí.

La carretera estaba mojada y en una de las curvas derrapé... en sentido contrario venía un trailer y nos estrellarnos.

Fui auxiliado por personas humanitarias, a las cuales Dios bendiga, y legué al hospital donde hicieron lo que pudieron... me dieron 8 horas de vida.

En la UCI (unidad de cuidados intensivos) del IPSS, el diagnóstico fue T.E.C. (traumatismo encéfalo-craneano) grave, fractura en la base del cráneo y mandíbula, así como severas complicaciones que al transcurrir los días se agravaban. Los médicos daban todo de sí para salvarme, pero esperanzas... pocas; mi estado era grave y no mostraba ninguna reacción

Los doctores informaron que ya no se podía hacer más... y fue en ese momento cuando más se unieron mi madre, hermanos y familiares, así como también amigos hasta personas que sin conocerme oraban y nunca perdieron la fe. Siendo constantes en sus oraciones, Dios los escuchó y envió a la Virgen Santísima de Fátima a mi lado, a través de una mujer ejemplar, una familia maravillosa. Los que me ayudaron fueron la Sra. Cecilia de Palacios y la gesta de TFP (Tradición, Familia, Propiedad).

La Virgen derramó su gracia sobre mí y al día siguiente de la visita de la Imagen Peregrina a la UCI del hospital, empecé a mejorar. El T.E.C. fue superado, la fractura de la base del cráneo sisó y fui dado de alta para trasladarme a la ciudad de Lima y ser sometido a una operación de mandíbula, la cual fue exitosa, gracias a las oraciones, al Señor de la Misericordia y a la Virgen.

Hoy, después de un año y medio estoy recuperado, he vuelto a mi vida normal, estoy bien y no me cansaré de alabar a Dios, Espíritu Santo, Jesucristo y a su Madre la Virgen Santísima por el milagro recibido.

Samir Abuid G.
Arequipa


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+373, d.C. Edesa (Alta Mesopotamia). Simple diácono, fue gran devoto de Nuestra Señora y un campeón contra las herejías. Sus himnos y escritos apologéticos le valieron los calificativos de Cítara del Espíritu Santo y Cantor de la Virgen.



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+ . En el secreto de la aparición en Fátima, del 13 de julio de 1917, Nuestra Señora había dicho: — Vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados.

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