El Perú necesita de Fátima ¿Y tú sufres mucho? No te desanimes. Yo nunca te dejaré. Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios.
CampañasTienda VirtualTesoros de la FeDonaciones



«Tesoros de la Fe» Nº 115 > Tema “Esplendores de la Cristiandad”

Especiales  [+]  Versión Imprimible
AbcAbcAbc

¡Partir es vivir… o morir un poco!


Cuadro de Abraham Solomon retratando la partida de la valija postal de Biarritz (País Vasco francés) durante el Imperio de Napoleón III. El correo de la época transportaba también personas y mercaderías.



Benoît Bemelmans


La niña sujeta el brazo de la religiosa a quien acaba de dar un bouquet de flores, mientras que la madre le presenta a su hijita menor para la despedida. Detrás de ellas el funcionario del correo consulta su reloj, pues más que una norma de educación, la puntualidad es para él un deber que deriva del respeto al prójimo y se refleja en la propia honra.

Al interior del carruaje, otra monja ya ocupa su lugar al lado de un militar. Otro viajero compra frutas a una simpática vendedora ambulante. La dama de cofia y pañuelo azul señala con su sombrilla la caja de sombreros que le pertenece.

Los cargadores acomodan el equipaje en el techo del vehículo, algunos hombres conversan cerca de los caballos, y el funcionario responsable por la empresa transportadora toma notas en su libreta.

*     *     *

Así era la vida hace un siglo o poco más: tranquila, alegre, interesante, colorida. La indumentaria variada y elegante realza la dignidad de las personas. El ambiente es de calma, incluso en medio del bullicio que precede a la partida. Nadie grita ni gesticula. Aunque sean de regiones y clases sociales diferentes, por la armonía que la escena transmite los personajes parecen miembros de una misma familia.

El respeto mutuo, la bonhomía, el amor al trabajo honesto, la comprensión de la legitimidad y de los beneficios de una jerarquización social, como fruto de la tradición y del mérito, hacen la vida más suave, aunque no eliminen la necesidad del esfuerzo ni las consecuencias del pecado original. En otras palabras, los principios cristianos aún marcan profundamente esta sociedad, aunque ya fustigada intensamente por ideas y principios revolucionarios.

*     *     *

Otro aspecto de esta escena se refiere al viaje en cuanto tal. El ambiente es de calma, sí, pero también de mucha vida, hasta de cierto alborozo. Para muchos, el viaje representa la aventura, y ésta da sabor a la vida.

De otro lado, quien parte deja atrás un poco de sí mismo, de sus raíces: los seres queridos, las amistades, los lugares, los recuerdos. Por eso, alguien dijo: partir c’est mourir un peu… (partir es morir un poco).  




  




Artículos relacionados

Mont Saint-Michel
Milagro eucarístico de Legnica
Mozart, genio universal de la música
Un pequeño ejército con grandes ideales
Comida, convivencia humana y civilización
Roquefort: queso simbólico de la culinaria francesa
Universalidad de la Iglesia
Doña Isabel la Católica dictando su testamento
Pío IX, el Papa de la Inmaculada Concepción
Café, bebida del pensamiento







Informe de sus aportes a la Alianza de Fátima ¿Necesita que alguien rece por usted? Advocaciones marianas en el Perú Suscríbase a nuestro boletín


COVID-19
¿El coronavirus es un castigo divino?
La pandemia y los grandes horizontes de Fátima
Mons. Athanasius Schneider: Nos gloriamos en las tribulaciones
Remedio seguro contra la “coronafobia”
Cardenal Raymond Leo Burke: Mensaje sobre el combate contra el coronavirus



Peregrinando
Nuestra Señora de la Buena Guardia
Fiesta de la Purificación de María Santísima
El galeón sumergido: símbolo de la esperanza
Loreto, la nueva Nazaret
El Milagro del Sol
San Nuno de Santa María
En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel
La sagrada Rosa de la Ciudad de los Reyes
La devoción al Inmaculado Corazón de María
El Jardín de Picpus
La gracia de Fátima actuando en Ucrania
Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada
La crucifixión y muerte de Jesucristo
Confianza en María Inmaculada aun cuando todo parezca perdido
En este siglo de confusión, oh Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros
Navidad
Fátima y el comunismo: dos profecías irreconciliables
150 años de la Comuna de París
San Juan Masías
Rosa de Santa María
Iglesia y Estado: ¿unión o separación?
Remedio eficaz contra los males contemporáneos
Las glorias de María
Santo Toribio de Mogrovejo
La Sagrada Túnica de Nuestro Divino Redentor
Santa Bernadette Soubirous
Corrupción en la sociedad: ¿Existe una solución?
Fiesta de gloria y de paz
Intransigencia de los Santos: irreductible fidelidad a su misión
Cristiandad
El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo
La Asunción de María Santísima
¡Vade retro Satanás!
El Santísimo Sacramento de la Eucaristía
La Madonna de Monte Bérico
Remedio seguro contra la “coronafobia”
El Hijo de Dios condenado por el más arbitrario de los procesos
Santa Jacinta de Fátima: Centenario de su fallecimiento (1920-2020)
La actitud católica frente a la muerte y la concepción materialista
¿Cómo rezar bien el rosario en honor a la Virgen María?
Grandezas y glorias de San José
Presencia diabólica en el mundo de hoy
Los rostros de la Virgen en el Perú
La Visita a los Monumentos - Jueves Santo
Un remedio eficaz contra la amnesia religiosa
Santidad: la verdadera gloria de Francisco y Jacinta



 



Tesoros de la Fe


Nº 255 / Marzo de 2023

Oh Virgen de la Guardia
Guarda nuestra fe y la inocencia de los niños

Nuestra Señora de la Buena Guardia, Basílica de Longpont-sur-Orge, en la región Île-de-France



Solicite aquí la visita de la Virgen Peregrina de Fátima




Santoral

31 de marzo

San Guy de Pomposa, Abad

+1046 + Italia. Su santidad y sabiduría atrajeron tantas personas a su monasterio, que fue obligado a fundar otro. A pedido suyo, San Pedro Damián dictó a sus monjes clases sobre las Sagradas Escrituras durante dos años.








Ayude a difundir el mensaje de Fátima
Alianza de Fátima | Donaciones | Solicite visita de la Virgen | Tienda Virtual

Campaña promovida por la Asociación Santo Tomás de Aquino
Tomás Ramsey 957, Magdalena del Mar - Lima - Perú
..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... .....