El Perú necesita de Fátima No temáis soy el Ángel de la Paz. Rezad conmigo Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
CampañasTienda VirtualTesoros de la FeDonaciones



«Tesoros de la Fe» Nº 244

Verdades Olvidadas  [+]  Versión Imprimible
AbcAbcAbc

El fin legítimo de la guerra es la paz en la justicia

Los olvidados, Emile Betsellère, 1872 – Óleo sobre lienzo, Museo Bonnat, Bayona (Francia)

A propósito de la execrable e injustificada invasión de Rusia a Ucrania: Según afirma en su artículo “Paix et Guerre”, el Dictionnaire Apologétique de la Foi Catholique, la doctrina de san Agustín respecto a la paz y la guerra puede ser condensada en cuatro puntos:

En primer lugar, hay guerras que son justas. Son las que están destinadas a reprimir una acción culpable del adversario. […]

Sin embargo, la guerra debe ser considerada como una solución extrema, a la que no se recurre sin haber antes reconocido la evidente imposibilidad de salvaguardar de otro modo la causa del derecho legítimo. En efecto, incluso siendo justa, la guerra determina tantos y tan grandes males —mala tam magna, tam horrenda, tam saeva— que no es posible resignarse a ella sino constreñido por un imperioso deber.

En cuanto al fin legítimo de la guerra, no es precisamente la victoria, con las satisfacciones que trae, sino la paz en la justicia, el restablecimiento duradero de un orden público en el cual cada cosa ha sido repuesta en su preciso lugar. […]

Por fin, las infelicidades de la guerra constituyen en esta vida uno de los castigos del pecado. Aun cuando la derrota humilla a aquellos que tenían a su favor el legítimo derecho, es necesario ver esta dolorosa prueba como querida por Dios para castigar y purificar al pueblo de las faltas de las cuales él mismo debe reconocerse culpable.

 

Yves de la Brire, “Paix et Guerre”, in Dictionnaire Apologétique de la Foi Catholique, Gabriel Beauchesne, París, 1926, t. III, col. 1260 apud Plinio Corrêa de Oliveira, Nobleza y élites tradicionales análogas, Editorial Femando III el Santo, Madrid, 1993, vol. I, p. 319.



  




Artículos relacionados

La cobardía de los buenos fomenta la audacia de los malos
Mahoma sedujo a los pueblos prometiéndoles los deleites carnales
Ella es Virgen y es Madre
Cuando los hombres se alejan de Dios
El medio de poner límites a la moda es someterla y forzarla al recato
Algunas reglas de urbanidad
Los gobernantes deben buscar la sabiduría
“Y líbranos del mal”
Nadie puede servir a dos señores
¿Por qué el celibato?







Informe de sus aportes a la Alianza de Fátima ¿Necesita que alguien rece por usted? Advocaciones marianas en el Perú Suscríbase a nuestro boletín


COVID-19
¿El coronavirus es un castigo divino?
La pandemia y los grandes horizontes de Fátima
Mons. Athanasius Schneider: Nos gloriamos en las tribulaciones
Remedio seguro contra la “coronafobia”
Cardenal Raymond Leo Burke: Mensaje sobre el combate contra el coronavirus



Peregrinando
La Revolución de la Sorbona: París, Mayo de 1968
Después de la Crucifixión, el triunfo de nuestro Redentor
Nuestra Señora de la Buena Guardia
Fiesta de la Purificación de María Santísima
El galeón sumergido: símbolo de la esperanza
Loreto, la nueva Nazaret
El Milagro del Sol
San Nuno de Santa María
En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel
La sagrada Rosa de la Ciudad de los Reyes
La devoción al Inmaculado Corazón de María
El Jardín de Picpus
La gracia de Fátima actuando en Ucrania
Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada
La crucifixión y muerte de Jesucristo
Confianza en María Inmaculada aun cuando todo parezca perdido
En este siglo de confusión, oh Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros
Navidad
Fátima y el comunismo: dos profecías irreconciliables
150 años de la Comuna de París
San Juan Masías
Rosa de Santa María
Iglesia y Estado: ¿unión o separación?
Remedio eficaz contra los males contemporáneos
Las glorias de María
Santo Toribio de Mogrovejo
La Sagrada Túnica de Nuestro Divino Redentor
Santa Bernadette Soubirous
Corrupción en la sociedad: ¿Existe una solución?
Fiesta de gloria y de paz
Intransigencia de los Santos: irreductible fidelidad a su misión
Cristiandad
El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo
La Asunción de María Santísima
¡Vade retro Satanás!
El Santísimo Sacramento de la Eucaristía
La Madonna de Monte Bérico
Remedio seguro contra la “coronafobia”
El Hijo de Dios condenado por el más arbitrario de los procesos
Santa Jacinta de Fátima: Centenario de su fallecimiento (1920-2020)
La actitud católica frente a la muerte y la concepción materialista
¿Cómo rezar bien el rosario en honor a la Virgen María?
Grandezas y glorias de San José
Presencia diabólica en el mundo de hoy
Los rostros de la Virgen en el Perú
La Visita a los Monumentos - Jueves Santo
Un remedio eficaz contra la amnesia religiosa
Santidad: la verdadera gloria de Francisco y Jacinta



 



Tesoros de la Fe


Nº 257 / Mayo de 2023

París, Mayo de 1968
La Revolución de la Sorbona

Barrio Latino de París, en la mañana del 11 de mayo de 1968, después de los violentos disturbios de la víspera



Solicite aquí la visita de la Virgen Peregrina de Fátima




Santoral

9 de junio

San Efrén, Confesor y Doctor de la Iglesia.

+373, d.C. Edesa (Alta Mesopotamia). Simple diácono, fue gran devoto de Nuestra Señora y un campeón contra las herejías. Sus himnos y escritos apologéticos le valieron los calificativos de Cítara del Espíritu Santo y Cantor de la Virgen.



Inmaculado Corazón de María

+ . En el secreto de la aparición en Fátima, del 13 de julio de 1917, Nuestra Señora había dicho: — Vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados.

Más información aquí.






Ayude a difundir el mensaje de Fátima
Alianza de Fátima | Donaciones | Solicite visita de la Virgen | Tienda Virtual

Campaña promovida por la Asociación Santo Tomás de Aquino
Tomás Ramsey 957, Magdalena del Mar - Lima - Perú
..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... .....