Todo sobre Fátima
Tesoros de la Fe Donaciones Tienda
Tienda
¿El coronavirus es un castigo divino? La pandemia y los grandes horizontes de Fátima Mons. Athanasius Schneider: Nos gloriamos en las tribulaciones Cardenal Raymond Leo Burke: Mensaje sobre el combate contra el coronavirus Un remedio eficaz contra la amnesia religiosa Misión diplomática en Londres Regreso a la caligrafía para no perjudicar la educación La Virgen del Apocalipsis y los ángeles arcabuceros del Cusco El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz Milagros Eucarísticos Origen, significado y eficacia del Santo Rosario Descubierta la más antigua plegaria compuesta en honor a la Virgen La Santa Sede reconoce las virtudes heroicas de la hermana Lucía La masacre de la familia imperial rusa La peregrinación, camino de la Tierra al Cielo
El Milagro de la Santa Casa de Loreto
×
El Milagro de la Santa Casa de Loreto
×
ISSN 1998-0558
(versión on line)
Nº 30 - Junio de 2004 - Año III
“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira




GRANDES DEVOCIONES
El Detente del Sagrado Corazón de Jesús
Una devoción más actual y necesaria que nunca, para la efectiva obtención de lo que hace dos mil años todos los verdaderos cristianos piden cuando rezan: «Venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo».





LECTURA ESPIRITUAL
El perdón de los pecados, la resurrección de los muertos
La Iglesia perdona los pecados por los méritos de Jesucristo, confiriendo los sacramentos instituidos por Él con este fin, principalmente el Bautismo y la Penitencia. La resurrección de los muertos sucederá por la virtud de Dios omnipotente, a quien nada es imposible. Ello acaecerá al fin del mundo, y entonces seguirá el juicio universal.


PALABRA DEL SACERDOTE
¿Por qué Dios no hace que toda la humanidad se convierta y lo acepte?
La primera razón es que Dios quiso que el hombre alcanzase la vida eterna con algún mérito de su parte. La salvación eterna es un don gratuito de Dios, de valor infinito —pues es la ¡POSESIÓN! de Dios por toda la eternidad.






VIDAS DE SANTOS
San Norberto
Su conversión ocurrió de modo semejante a la de San Pablo. De muy noble estirpe, se transformó en un gran predicador popular, flagelo de herejías, reformador de costumbres y fundador de monasterios.

<< Nº 29
Mayo de 2004

colección
2004

Nº 31 >>
Julio de 2004