Plinio Corrêa de Oliveira
El mundo católico, y con él, todos los pueblos de la tierra se vuelven el día 25 de diciembre hacia el pesebre de Belén, a fin de adorar, lleno de fe, al Niño que ahí reposa, o admirar un acontecimiento cuya explicación se busca en vano en las leyes que rigen los acontecimientos humanos. En nuestra época de ruinas materiales y catástrofes morales, la Navidad surge como un punto luminoso de esperanza para las naciones que corren en busca de un orden que les asegure un bienestar aún no encontrado. Lamentablemente, para la mayoría de los pueblos, la Navidad no pasa de uno de esos símbolos que exaltan las energías momentáneamente, ¡sin infundirles un vigor nuevo y duradero! Quieren la paz, la concordia, la felicidad, pero desean que todo ello les caiga del cielo sin la menor colaboración propia. Este Niño que adoramos reverentes y que causa una admiración misteriosa a los que no lo conocen sino de nombre, es, el “Príncipe de la Paz” (Is. 9, 6), que trajo a la tierra, en la suavidad de su persona, todo el bien, ¡todo el amor capaz de hacer feliz al universo entero y a mil mundos, caso existiesen! Pero esa Paz está condicionada a una sola cosa: los hombres y las naciones deben someterse a su Ley, a su Evangelio. Ésta es la Paz que el Señor Niño vino a traer a la tierra. Paz para cuya implantación deben colaborar todos con su docilidad a la Ley Divina.
|
La Santa Casa de Loreto. Donde vivió la Sagrada Familia de Nazaret |
Los siglos del matrimonio estable Los siglos de la verdadera amistad, del matrimonio estable, constante, serio, llevado hasta el final de la vida, fueron los de la Edad Media cristiana. La era histórica de la fe católica, apostólica y romana, actuante y clara, sin miedo de ostentar sus verdades, sin... | |
El vendaval igualitario conduce al materialismo El marqués de Espínola, comandante de las valerosas tropas de Felipe IV, recibe de manos de Justino de Nassau, en Breda, las llaves de la ciudad, que capitula después de una resistencia intrépida... | |
¿Cómo se llegó hasta esto? “¿PERDIERON A SU MADRE, al padre, a un hermano? ¿Están siendo llevadas a la cárcel? ¿Pasa el entierro de una amiga? ¿Cuál es la desgracia que se abatió sobre estas jóvenes de fisonomía convulsionada, ojos alucinados y llorosos?... | |
La Catedral de Aix-la-Chapelle “Nuestra conversación está en el cielo”. ¿Qué decir de esta catedral? El mejor comentario es: ¡Oh! ¿Qué significa este oh? Significa: ¡Oh, preciosidad! ¡Oh, tesoro! ¡Oh, símbolo de algo que eleva mi alma hasta las más altas cumbres!... | |
Lo inimaginable y lo soñado Siempre que veo la fachada de la Catedral de Colonia, percibo en lo más hondo de mi alma el encuentro dedos impresiones aparentemente contradictorias. Por un lado, es una realidad tan bella que, si yo no la conociera, no sería capaz de soñarla... |
Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino